Equidad de género en el mundo del trabajo

Jun 28, 2018

Por: Daniela Hirsch

El año 2018 ha sido el año del feminismo en Chile. Hemos visto marchas, paros, tomas, y movilizaciones de todo tipo, en que miles de mujeres y hombres se han manifestado pidiendo equidad de género, reconocimiento y valoración del rol de la mujer en los ámbitos educacionales, políticos y públicos en general, y exigiendo medidas que pongan fin a las diversas formas de violencia de género que experimentan las mujeres en su día a día. El movimiento no ha estado exento de controversias pero, en su mayoría, ha recibido un apoyo transversal, en un reconocimiento unánime de la necesidad de terminar con la violencia y discriminación hacia las mujeres en todos los ámbitos.

Estas materias no son ajenas al mundo empresarial. Desde un punto de vista legal, el Código del Trabajo contempla diversas normas que promueven la igualdad de la mujer: se prohíbe la discriminación por sexo, se prohíbe condicionar el trabajo a la inexistencia de embarazo, se establece el principio de igualdad de remuneraciones entre hombres y mujeres, entre otras medidas.

No obstante, estas normas, aunque bienintencionadas, han sido insuficientes. Así lo demuestra la brecha salarial (cercana al 15% según datos OCDE), la ausencia de mujeres en directorios de empresas (solo un 6,9% de los directores de empresas son mujeres), y la mayor tasa de desempleo femenino.

La promoción de la igualdad de género en el mundo del trabajo resulta necesaria no solo desde una perspectiva ética o normativa, sino que además estratégica. En efecto, existen numerosos estudios que dan cuenta que la presencia de mujeres en el ámbito laboral –en condiciones de igualdad ante sus pares hombres- tiene un impacto positivo en el desarrollo de las compañías.

A modo de ejemplo, un estudio elaborado por el Peterson Institute for International Economics reveló que una organización con un 30% de mujeres en posiciones de liderazgo podría aumentar hasta 1 punto porcentual su margen neto[1]. Asimismo, otros estudios dan cuenta que la participación femenina en la empresa aporta innovación, creatividad e iniciativa, así como un mayor acercamiento al cliente, entre otros beneficios.

Existen un sinnúmero de medidas que las empresas pueden adoptar para promover la equidad de género en su interior: desarrollar políticas escritas de equidad de género y diversidad, que den un enfoque de género a las políticas de recursos humanos, incluyendo los procesos de selección y contratación, la igualdad de remuneraciones y beneficios y la creación de condiciones adecuadas para el desarrollo profesional y ascenso; Fijar metas de inclusión por estamento; Capacitar a los equipos de trabajo en la identificación y superación de los sesgos al momento de contratar, evaluar y promover a los trabajadores; Crear un programa de mentoreo de jóvenes mujeres profesionales; Capacitar a los equipos de trabajo para eliminar toda forma de violencia de género; y crear canales de denuncia efectivos para situaciones de acoso sexual, son solo algunos ejemplos.

Albagli Zaliasnik cuenta con abogados especializados que podrán asesorarle en la implementación de estas y otras medidas que favorezcan un ambiente de trabajo que incluya y promueva el desarrollo de la mujer en el ámbito profesional, asumiendo así el rol que a todos nos corresponde para lograr una efectiva y muy necesaria equidad de género.

[1] https://www.ey.com/Publication/vwLUAssets/EY-resumen-ejecutivo-estudio-diversidad-de-genero/%24FILE/EY-resumen-ejecutivo-estudio-diversidad-de-genero.pdf

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