Por qué Chile debe avanzar hacia una IA “verde”

Ago 26, 2025

Los invitamos a leer la columna escrita por nuestro socio, Antonio Rubilar, donde abordó el desafió de Chile para avanzar hacia una Inteligencia Artificial sustentable.

Un estudio reciente de Accenture proyectó que las emisiones relacionadas con la inteligencia artificial aumentarán más de diez veces hacia el año 2030. Esta cifra tiene una explicación concreta: la IA, sobre todo en su versión generativa, consume grandes cantidades de energía para entrenar y ejecutar modelos que procesan millones de datos en tiempo real. Sectores como las telecomunicaciones, la banca, logística, el retail o la minería —todos con alta adopción de IA— ven crecer exponencialmente su demanda energética.

En este escenario, el desafío para Chile es urgente. Nuestra matriz energética todavía depende parcialmente de combustibles fósiles, y si no se adoptan medidas concretas para controlar este consumo tecnológico, podríamos estar caminando hacia una contradicción: avanzar en transformación digital, mientras retrocedemos en sostenibilidad.

Esto cobra aún más relevancia si consideramos que este año se publicó el Decreto N° 12 del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, que actualiza la Política Nacional de Inteligencia Artificial y establece lineamientos para un uso ético, responsable y sostenible de la IA, incluyendo específicamente el resguardo del medioambiente.

A lo anterior se suma que el Congreso discute el proyecto de ley que busca regular el uso de los sistemas de inteligencia artificial. En su artículo 7°, establece que se considerarán como “sistemas de alto riesgo” los que puedan causar perjuicios a la salud, seguridad, derechos fundamentales protegidos por la Constitución, el medioambiente o los derechos de los consumidores. Esta definición marca un punto de inflexión: se comienza a mirar el impacto ambiental de la IA con el mismo nivel de atención que su impacto ético o social. Avanzar en la aprobación de esta ley es esencial.

En paralelo, las empresas deben comenzar desde ya a prepararse, adoptando prácticas concretas para desarrollar una “IA verde”. Esto implica repensar todo el ciclo de vida de los modelos de inteligencia artificial. Desde cómo se recolectan y procesan los datos, pasando por el tipo de infraestructura tecnológica utilizada, hasta cómo se entrenan y optimizan los modelos. Por ejemplo, como país tenemos una gran oportunidad en los centros de datos alimentados con energías renovables.

En ese sentido, para garantizar que la IA sea “verde”, se debería regular para que cualquier data center u otra instalación que tenga un alto consumo de energía deba celebrar un contrato en el cual asegure que una parte importante de la energía que use sea renovable. De esa manera, se genera más demanda de energía limpia, lo que fomentará la inversión en energías renovables.

La inteligencia artificial y la sostenibilidad no pueden ser caminos separados. Un futuro verdaderamente inteligente será aquel donde ambas avancen de la mano.

Columna escrita por:

Antonio Rubilar | Socio | arubilar@az.cl

Fuente: America Malls & Retail, 12 agosto. [Ver aquí] 

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