Los invitamos a leer la nota del Diario Financiero en que nuestro director de Minería y Proyectos, Alejandro Montt, comentó sobre el primer estándar global sostenibilidad aplicada a la industria.
La minería vive momentos de transformaciones importantes y la sostenibilidad se ha vuelto un pilar relevante para asegurar las operaciones a largo plazo.
Un ejemplo reciente es lo ocurrido a inicios de año, cuando el Global Reporting Iniciative (GRI) lanzó el ‘GRI 14: Sector Minero 2024‘, el primer estándar mundial que permitirá abordar e informar de forma integral los impactos del sector. Comenzará a regir en enero de 2026 para empresas mineras y de extracción y aborda 25 temas de impacto y áreas críticas que involucran desde la gestión de emisiones hasta desechos, cambio climático, derechos humanos, participación comunitaria y tópicos que GRI no había abordado antes, como la gestión de relaves, minería a pequeña escala y la operación en zonas de conflicto.
‘Establecer una base común de medición como el GRI 14 es fundamental para la industria minera, ya que permite una comparación transparente y objetiva de las prácticas de sostenibilidad entre las empresas’, destaca Reinalina Chavarri, directora del Observatorio de Sostenibilidad del Departamento de Administración FEN de la Universidad de Chile.
Chavarri indica que con el nuevo estándar se fomenta la competencia ‘basada en el desempeño ambiental, social y de gobernanza, impulsando a las empresas a adoptar prácticas más sostenibles’. Facilitar la toma de decisiones informadas por parte de los inversores, los consumidores y los reguladores es otro de los impactos que tendrá, dice, lo que contribuirá a la creación de un mercado ‘más sostenible’.
Impacto local
Las mineras en Chile han mostrado un creciente interés en adoptar estándares internacionales, pero la implementación varía considerablemente, destaca Chavarri.
Víctor Pérez, académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Adolfo Ibáñez, detalla que en el país la mayoría de los grandes productores de cobre ya operan bajo los estándares de Copper Mark, una certificación de producción responsable que considera ‘más profunda y estricta’ que los estándares GRI.
‘En la gobernanza del Copper Mark participan bancos, ONGs, usuarios finales, entre otros, y además abarca 36 dimensiones que son las que se auditan por terceros independientes para lograr de forma estricta y transparente los sellos correspondientes’, explica Pérez. Para los productores de litio, en tanto, explica que el estándar aplicado es el Initiative for Responsible Mining Assurance (IRMA), equivalente al Copper Mark,’aunque han logrado profundizar mucho entre los actores de la cadena de valor del litio’.
Considerando este escenario, Nicolás Calderón, socio adjunto de Servicios de Cambio Climático y Sostenibilidad de EY, cree que el GRI 14 no debería traer un impacto tan significativo a nivel local, porque las temáticas ya están siendo cubiertas con otros estándares.
No obstante, los analistas indican que donde sí hará un aporte es al segmento de pequeñas y medianas empresas, que aún no están adhiriendo a alguna certificación.
‘Queda pendiente avanzar en la pequeña y mediana minería metálica, además de algunos grandes productores que aún no se suman a los estándares Copper Mark o IRMA (…) de manera de garantizar los más altos estándares de producción minera en nuestro país’, destaca Pérez.
Chavarri coincide, y advierte que ‘las pequeñas y medianas empresas aún enfrentan desafíos en términos de recursos y capacidades’.
Nuevas exigencias
Alejandro Montt, director de Minería y Proyectos de Albagli Zaliasnik (AZ), considera que el GRI 14 se publica en un momento crucial en el que los formuladores de políticas y los reguladores ‘se centran cada vez más en el suministro responsable de minerales, con múltiples grupos de partes interesadas examinando los impactos del sector que van desde financistas, inversionistas, y, en general, un mercado global más exigente’.
Por lo mismo, cree que ayudará a las empresas mineras a satisfacer estas necesidades generalizadas de divulgación y debida diligencia ,’incluso para proporcionar a los inversores y clientes intermedios información para tomar decisiones informadas de inversión y abastecimiento‘.
Chavarri acota que el nuevo estándar global traerá mejoras significativas en la calidad de la información reportada. Pero la implementación completa puede llevar tiempo, advierte, porque ‘la norma local, enfocada en la materialidad e impacto financiero, es menos exhaustiva en los aspectos no financieros’.