Una de las áreas más afectadas a partir del 2020, con motivo de la pandemia del ‘COVID-19’, ha sido el mundo laboral. Por ello, nuestras autoridades han emitido y publicado una serie de leyes, reglamentos y decretos cuyo enfoque –en un primer instante–, fue el de proteger los puestos de trabajo para luego incentivar la recuperación de los mismos.
Junto con lo anterior, el Gobierno también ha incorporado, dentro de su agenda programática la inclusión de iniciativas legales que debiesen tener repercusión en el ámbito laboral, junto con existir una nutrida agenda legislativa que se encuentra en actual tramitación en el Congreso, la que de seguir su curso debiese tener repercusión entre las empresas y sus relaciones laborales.
El programa de Gobierno se propuso la construcción de un nuevo modelo de relaciones laborales, denominado “Trabajo Decente”, buscando el equilibrio de poder entre los actores que intervienen mundo laboral.
Así pues, dentro de los ejes de esta propuesta, se pueden destacar:
Participación de los trabajadores y trabajadoras en la sociedad y economía
Se pretende dar una ampliación a la cobertura de la negociación colectiva, incluyendo la negociación por rama y la simplificación de su procedimiento; ampliando las materias susceptibles de negociarse colectivamente; y eliminándose las actuales restricciones.
Asimismo, se erige la huelga como un instrumento de organización de los trabajadores, junto con propiciar la participación de trabajadores y trabajadoras en los directorios de las grandes empresas, proponiéndose –además–, que los directorios sean paritarios en materia de género.
Finalmente, se pretende –también–, dar un rol más preponderante al actual Consejo Superior Laboral, pudiendo solicitársele el estudio y la elaboración de políticas públicas relacionadas con el mundo laboral.
Empleo y derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras
Se busca dar una mayor estabilidad al acceso y mantención del empleo para así asegurar la garantía del derecho al trabajo en su ámbito individual.
Adicionalmente, se pretende llegar –en forma gradual – a un máximo de la jornada de trabajo de 40 horas semanales, junto con fortalecer la normativa tendiente a la igualdad en las labores de cuidado, terminando con la arbitrariedad en las condiciones laborales y remuneraciones de cualquier grupo social (mujeres, migrantes, jóvenes, etc).
Se busca efectuar una revisión a la normativa relacionada con el término de la relación laboral en el sector privado, analizando el alcance de la causal de despido por necesidades de la empresa, así como en el tope de las indemnizaciones por años de servicio. Además, se pretende revisar la procedencia del derecho a dicha indemnización en caso de muerte del trabajador.
Se promete revisar, para efectos de fortalecer la igualdad en el empleo, la regulación del trabajo en régimen de subcontratación.
También se busca ratificar el Convenio N° 177 de la OIT sobre trabajo en el domicilio, ello para resguardar los derechos de los trabajadores que prestan servicios en teletrabajo.
Asimismo, se pretende tomar medidas legislativas frente a los desafíos que impone el trabajo en plataformas virtuales o digitales de servicios, ello sobre la base del reconocimiento del vínculo laboral que une a los trabajadores con las plataformas.
Trabajo decente y género
Se busca avanzar en el reconocimiento de licencias de cuidados para todas las personas trabajadoras, así como en el derecho a sala cuna universal, sin distinción de género y con una mayor cobertura en materia de fuero.
Asimismo, se intentará reforzar el procedimiento de tutela de derechos fundamentales, incluyendo dentro del catálogo de categorías sospechosas la discriminación que puede sufrir la mujer por razón de maternidad o embarazo, cuestión que constituye una discriminación directa de género.
De igual forma, junto al derecho a sala cuna universal, también se pretende avanzar en una política de cuidados asociada al acceso a jardines infantiles.
Se busca, igualmente, garantizar espacios de trabajo seguros para las mujeres, identificando como dos ilícitos el acoso sexual y el acoso por razón de género, constituyendo ambos violencia de género en el trabajo.
Por último, también se pretende revisar las cuotas de género de las directivas sindicales y de la comisión negociadora sindical.
Distribución salarial
Finalmente, se pretende realizar un alza escalonada del sueldo mínimo, ello con el objeto de lograr que ninguna persona que trabaje en una jornada completa viva –junto a su familia–, bajo la línea de la pobreza, pretendiéndose superar los $500.000.- de ingreso mínimo al final del Gobierno. Asimismo, para el caso de las micro y pequeñas empresas, se pretende crear un mecanismo que permita que tales aumenten, pero de manera más pausada, los sueldos de sus trabajadores.
Para obtener más información sobre estos temas, pueden contactar a nuestro grupo #azLaboral:
Jorge Arredondo | Socio | jarredondo@az.cl
Jocelyn Aros | Asociada Senior | jaros@az.cl
Felipe Neira | Asociado | fneira@az.cl